Hay un francotirador esperándonos:
Puedo ver su cuerpo posar sobre aquella cima
pero también tras las ruinas del viejo teatro abandonado,
o sobre el nebuloso horizonte
bajo las patas de su yegüa enarbolada
El francotirador, mudo, esquivo y cabizbajo
sujeta firmemente su rifle y jamás cierra los párpados
porque se los arrancó una de sus noches incendiarias
No tiene voz
No tiene alma
es bruma y se evapora
El francotirador es un renglón torcido
tal vez un "punto y final".
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