lunes, 27 de abril de 2015

Y si nos encontramos un día...
de frente,
y tiñeras mi vida de un color nuevo
aparente, constante y suave

Permanecería observándote cadente, sosegadamente
e impregnaría mi piel con tu aroma a incienso
permanecería observándote por siempre

Sentir de nuevo tu misteriosa calma
hacer latir mi pulso acompañando tu cadencioso ritmo

Te conocí una vez, alguna tarde de septiembre
en que nos dejaste disfrutarte durante algún tiempo

Nos arropabas con tu manto de luz blanca
alimentabas apenas nuestros cuerpos,

Tu visión se nos antojaba enamoradiza

Te amamos desde el primer día

y hoy seguimos venerándote en la distancia

porque te sabemos herido

triste

dividido


No hay comentarios:

Publicar un comentario