La otra mañana una hormiga correteaba por mi pierna
Trataba de esconderse de un abejorro
Corría y corría resbalando hacia abajo
volviendo de nuevo a su punto de partida
Un colibrí que vio el peligro, se lanzó contra el abejorro
El abejorro a punto de sucumbir movía sus alas con histrionismo
Pero una paloma que advirtió su pena se lanzó contra el colibrí
El colibrí perdió el equilibrio
arrastrando con él al abejorro
que chocó contra mi pierna
sucumbiendo a las vías del tren
Sóla permaneció la hormiga en mi pierna
haciéndome las mismas cosquillas de antes
El tren llegó,
pero permanecí sentada
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